viernes, 10 de noviembre de 2023

(XIV).EL ESEQUIBO Y GOBIRNOS CHÁVEZ - MADURO

(XIV) –Tomado de la página WEB-- CARACAS/ESPECIAL.-. Una disputa que comenzó en 1897, pero que se avivó a partir de 2015 cuando la petrolera estadounidense Exxon Mobil anunció el descubrimiento de un importante yacimiento de petróleo en el océano Atlántico, justo en la zona del diferendo territorial. El Esequibo -también conocido como la Guayana Esequiba- es un territorio de 159.000 kilómetros cuadrados que destaca por sus recursos forestales y minerales. Actualmente esta zona constituye dos tercios del territorio guyanés. VENEZUELA Reclamo por territorio Esequibo debería ser factor de unión entre venezolanos DISPUTA TERRITORIAL Guyana pide borrar mapas de Venezuela con región de Esequibo Aunque los gobierno de Caracas y Georgetown nunca han logrado ponerse de acuerdo sobre el trazado de la frontera, la reciente decisión de la Corte Internacional de Justicia, que falló contra Venezuela y decidió avanzar en su juicio por el reclamo de Guyana sobre el territorio Esequibo, puede considerarse como la consecuencia de las decisiones que tomaron respectivamente Hugo Chávez y Nicolás Maduro al ceder en la defensa sobre esa zona, por acuerdos diplomáticos que han favorecido significativamente, no al Estado venezolano, sino a la estrategia internacional de ganar aliados ante los organismos hemisféricos. En varias publicaciones el historiador Manuel Donís Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela recuerda que al inicio de su mandato Hugo Chávez actuó como se esperaba, protestando diplomáticamente cada vez que, de manera unilateral, Guyana violaba el Acuerdo de Ginebra. Sin embargo, esta estrategia de defensa del Esequibo se modificó radicalmente a partir del año 2004. En la estrategia internacional del régimen venezolano el reclamo sobre el Esequibo perdió relevancia, en un intento de Chávez por tener el apoyo en la Organización de Estados Americanos y otros organismos hemisféricos de los países de habla inglesa reunidos en la Comunidad del Caribe (CARICOM). Incluso, Chávez llegó a acordar con el entonces gobierno de Guayana, no insistir en la reclamación y permitir que Guayana otorgara concesiones en la zona, siempre que éstas favorecieran a ambos países. “El gobierno venezolano no será un obstáculo para cualquier proyecto a ser conducido en el Esequibo, y cuyo propósito sea beneficiar a los habitantes del área”, dijo Chávez durante su visita oficial a Guyana en febrero de 2004, y agregó: “el asunto del Esequibo será eliminado del marco de las relaciones sociales, políticas y económicas de los dos países”. Esta decisión de Chávez es ahora utilizada por Guayana como aquiescencia en los juicios para demostrar la decisión del Estado venezolano de abandonar el histórico reclamo de 180 años. En 2006 el gobierno de Chávez volvió a comprometer el reclamo sobre Guayana. Ese año en una reunión con la Comunidad del Caribe (CARICOM) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Chávez acordó con el entonces presidente guyanés Bharrat Jagdeo, congelar la disputa con Guyana para obtener los votos del grupo caribeño para que Venezuela obtuviera un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU. Incluso, después de ese acuerdo Chávez llegó a decir que “la controversia con Guyana es el legado del colonialismo”. Una frase que fue utilizada por el entonces canciller venezolano Nicolás Maduro para labrar el apoyo del CARICOM al régimen venezolano internacionalmente (…) Cuando Venezuela se separó de la República de Colombia en 1830, el río Esequibo quedó como el límite de la República de Venezuela. Eso fue reconocido durante gran parte del siglo XIX hasta que se encontró oro en la cuenca del río Yuruari, en la Guayana venezolana, lo que desencadenó la ambición británica por ese territorio". En 1841 EEUU intervino en la disputa. Ese año el entonces presidente José Antonio Páez denunció ante EEUU una presunta incursión a su país por parte del Imperio británico, del que Guyana formaba parte. Valiéndose de la llamada Doctrina Monroe “América para los americanos" EEUU Intervino en la disputa fronteriza para facilitar el acuerdo que la disputa territorial por esta razón, el 2 de febrero de 1897, EEUU en representación de Venezuela, y Reino Unido firmaron un tratado en Washington para someter la disputa a un arbitraje internacional. Los libros de historia resaltan que Venezuela fue engañada por una componenda entre los estadounidenses y los británicos para ratificar la posición de Inglaterra. Años después se demostró que los votos de los jueces que actuaron en el laudo fueron comprados para favorecer los intereses de Inglaterra. A raíz de su independencia, Guayana ha mantenido que Venezuela debe aceptar las conclusiones del laudo arbitral de 1899. El Esequibo por apoyo del CARICOM En 1970 los gobiernos de Guyana y Venezuela firmaron el Protocolo de Puerto España que congeló las conversaciones sobre el Esequibo por doce años. Vencido este plazo Venezuela reanudó la ofensiva diplomática por el territorio, hasta el segundo gobierno de Chávez. En ese momento se decidió tener a Guyana como aliado, para no hacer más complejas las relaciones con el CARICOM. En 2018, Guyana introdujo ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya una solicitud para que se resolviera el conflicto territorial. Con Nicolás Maduro de presidente, Venezuela decidió no reconocer la legitimidad de esta instancia para tratar el tema. En 2023 la Corte Internacional de Justicia decidió que avanzará en el análisis necesario para resolver la disputa sobre la validez o no del Laudo Arbitral de 1899 que le adjudicó al Reino Unido el territorio del Esequibo. En relación con esta decisión, la directora de Control Ciudadano, Roció San Miguel, advierte la práctica internacional del gobierno Aunque los gobierno de Caracas y Georgetown nunca han logrado ponerse de acuerdo sobre el trazado de la frontera, la reciente decisión de la Corte Internacional de Justicia, que falló contra Venezuela y decidió avanzar en su juicio por el reclamo de Guyana sobre el territorio Esequibo, puede considerarse como la consecuencia de las decisiones que tomaron respectivamente Hugo Chávez y Nicolás Maduro al ceder en la defensa sobre esa zona, por acuerdos diplomáticos que han favorecido significativamente, no al Estado venezolano, sino a la estrategia internacional de ganar aliados ante los organismos hemisféricos. En varias publicaciones el historiador Manuel Donís Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela recuerda que al inicio de su mandato Hugo Chávez actuó como se esperaba, protestando diplomáticamente cada vez que, de manera unilateral, Guyana violaba el Acuerdo de Ginebra. Sin embargo, esta estrategia de defensa del Esequibo se modificó radicalmente a partir del año 2004. En la estrategia internacional del régimen venezolano el reclamo sobre el Esequibo perdió relevancia, en un intento de Chávez por tener el apoyo en la Organización de Estados Americanos y otros organismos hemisféricos de los países de habla inglesa reunidos en la Comunidad del Caribe (CARICOM). Incluso, Chávez llegó a acordar con el entonces gobierno de Guayana, no insistir en la reclamación y permitir que Guayana otorgara concesiones en la zona, siempre que éstas favorecieran a ambos países. “El gobierno venezolano no será un obstáculo para cualquier proyecto a ser conducido en el Esequibo, y cuyo propósito sea beneficiar a los habitantes del área”, dijo Chávez durante su visita oficial a Guyana en febrero de 2004, y agregó: “el asunto del Esequibo será eliminado del marco de las relaciones sociales, políticas y económicas de los dos países”. Esta decisión de Chávez es ahora utilizada por Guayana como aquiescencia en los juicios para demostrar la decisión del Estado venezolano de abandonar el histórico reclamo de 180 años. En 2006 el gobierno de Chávez volvió a comprometer el reclamo sobre Guayana. Ese año en una reunión con la Comunidad del Caribe (CARICOM) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Chávez acordó con el entonces presidente guyanés Bharrat Jagdeo, congelar la disputa con Guyana para obtener los votos del grupo caribeño para que Venezuela obtuviera un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU. Incluso, después de ese acuerdo Chávez llegó a decir que “la controversia con Guyana es el legado del colonialismo”. Una frase que fue utilizada por el entonces canciller venezolano Nicolás Maduro para labrar el apoyo del CARICOM al régimen venezolano internacionalmente (…) Cuando Venezuela se separó de la República de Colombia en 1830, el río Esequibo quedó como el límite de la República de Venezuela. Eso fue reconocido durante gran parte del siglo XIX hasta que se encontró oro en la cuenca del río Yuruari, en la Guayana venezolana, lo que desencadenó la ambición británica por ese territorio". En 1841 EEUU intervino en la disputa. Ese año el entonces presidente José Antonio Páez denunció ante EEUU una presunta incursión a su país por parte del Imperio británico, del que Guyana formaba parte. Valiéndose de la llamada Doctrina Monroe “América para los americanos" EEUU Intervino en la disputa fronteriza para facilitar el acuerdo que la disputa territorial por esta razón, el 2 de febrero de 1897, EEUU en representación de Venezuela, y Reino Unido firmaron un tratado en Washington para someter la disputa a un arbitraje internacional. Los libros de historia resaltan que Venezuela fue engañada por una componenda entre los estadounidenses y los británicos para ratificar la posición de Inglaterra. Años después se demostró que los votos de los jueces que actuaron en el laudo fueron comprados para favorecer los intereses de Inglaterra. A raíz de su independencia, Guayana ha mantenido que Venezuela debe aceptar las conclusiones del laudo arbitral de 1899. El Esequibo por apoyo del CARICOM En 1970 los gobiernos de Guyana y Venezuela firmaron el Protocolo de Puerto España que congeló las conversaciones sobre el Esequibo por doce años. Vencido este plazo Venezuela reanudó la ofensiva diplomática por el territorio, hasta el segundo gobierno de Chávez. En ese momento se decidió tener a Guyana como aliado, para no hacer más complejas las relaciones con el CARICOM. En 2018, Guyana introdujo ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya una solicitud para que se resolviera el conflicto territorial. Con Nicolás Maduro de presidente, Venezuela decidió no reconocer la legitimidad de esta instancia para tratar el tema. En 2023 la Corte Internacional de Justicia decidió que avanzará en el análisis necesario para resolver la disputa sobre la validez o no del Laudo Arbitral de 1899 que le adjudicó al Reino Unido el territorio del Esequibo.

(XIII) EL ESEQUIBO Y EL GOBIERNO DE CAP

Cheddi Jagan, huésped del E. Bolívar Cheddi Jagan Huésped del estado Bolívar fue declarado el 18 de febrero de 1993 el presidente de la República Cooperativa de Guyana, Cheddi Jagan, luego de una entrevista con el presidente Carlos Andrés Pérez. Entonces se anunció la posibilidad de que Venezuela invierta en Guyana en materia de transporte, agricultura y otros renglones industriales. Tras el diferendo con el gobierno del vecino país por la reclamación del territorio Esequibo que concluyó con el Acuerdo de Ginebra (1966) y el Protocolo de Puerto España (1970), se abrió un abanico de posibilidades para arreglar el diferendo con una solución práctica, amistosa y satisfactoria para ambas partes. Entonces se regresó a negociaciones bilaterales dentro de un proceso de ablandamiento que comenzó con la visita de Carlos Andrés Pérez y la firma de la Declaración Ayacucho. Luego vino a Venezuela el Presidente Forbes Burhamn, quien siempre tuvo una posición dura. Posteriormente Desmond Hoyte, mucho más abierto a un entendimiento y en febrero de 1993 Cheddi Jagan, líder del Partido Progresista del Pueblo. El PPP logró mayoría en la Asamblea Legislativa luego que Guyana comenzó en 1961 a auto-gobernarse, independiente de la Gran Bretaña. En 1962 Jagan introdujo un programa de severa austeridad económica que causó violentos altercados y una huelga general. En febrero de 1962 y de nuevo en 1963 se llamó a las tropas británicas para restaurar el orden, a pesar de lo cual los desórdenes tomaron un cariz étnico: los descendientes de africanos se enfrentaban a los indios que apoyaban a Jagan. Cuando se restableció la calma, el país se encontraba en el límite del caos económico. Esta situación de crisis económica fue factor importante en el ablandamiento de las relaciones con Venezuela y en tratados bilateralmente prácticos para seguir soslayando la reclamación del Esequibo. Cheddi Jagan Berret , nacido en 1918 fue elegido por primera vez Ministro Principal en 1953 y más tarde primer ministro de la Guayana Británica 1961-1964, antes de la independencia. Luego se desempeñó como Presidente de Guyana de 1992 a 1997. Los guyaneses lo reconocen como el “Padre de la Nación”. Jagan fue activo en el gobierno como un activista sindical y líder de la oposición. Después de 28 años en la oposición, el PPP ganó el 5 de octubre de 1992 las elecciones con cerca del 54% de los votos, y Jagan se convirtió en presidente. Ya había entonces abandonado el marxismo-leninismo que tanto le criticaron la propia Inglaterra de Churchill como los Estados Unidos de Norteamérica. Pensándolo bien decidió darle un giro a su filosofía política acogiéndose al socialismo democrático. Jagan ganó en una elección administrada bajo el signo de la colonia en 1953. Sin embargo, Winston Churchill se alarmó por el descaro de Jagan de declararse marxista-leninista. Churchill tenía el convencimiento de que Jagan podría permitir a la Unión Soviética un punto de apoyo en América Latina. Hubo, por supuesto, una fuerte presión detrás de las escenas de Estados Unidos cuando la CIA confirmó que el señor tenía vínculos con la Unión Soviética. Cheddi Jagan rectificó a tiempo y así pudo gobernar sin contratiempo y figurar como uno de los hombres de mayor temple y popularidad de la Guyana que no reconocía el reclamo que hacía el Gobierno de Venezuela sobre el territorio Esequibo. Jagan tras una cirugía de corazón murió en Washington el 6 de marzo de 1997, casi a la edad de 80 años. El Primer Ministro Sam Hinds le sucedió como presidente y declaró seis días de luto exaltando a Jagan como el “más grande hijo y patriota que ha caminado esta tierra”.

jueves, 9 de noviembre de 2023

(XII) EL ESEQUIBO Y EL GOBIERNO DE CALDERA

Protocolo de Puerto España. El Protocolo al Acuerdo para resolver la controversia entre Venezuela y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte sobre la frontera entre Venezuela y Guayana Británica firmado en Ginebra el 17 de febrero de 1966 denominado popularmente como Protocolo de Puerto España, fue un tratado internacional multilateral firmado, por Guyana, Reino Unido y Venezuela, el 18 de junio de 19702​ en la capital de Trinidad y Tobago. El tratado, que nunca logró su ratificación por Venezuela, es conocido también como protocolo al Acuerdo de Ginebra de 19664​El conflicto limítrofe inicialmente entre Venezuela y Reino Unido y posteriormente entre Venezuela y Guyana, cuando este último país dejó de ser la colonia de Guayana británica y accedió al estatus de nación independiente el 26 de mayo de 1966, se reactiva luego de la denuncia de Venezuela en la ONU en 1962 de desconocer el Laudo Arbitral de París que configuró una frontera cientos de kilómetros al oeste del río Esequibo en un territorio considerado como propio pero ocupado y usurpado progresivamente por los ingleses. Fue una iniciativa venezolana ante el fracaso de la Comisión Mixta (1966-1970) Cumpliendo con el procedimiento establecido en el Acuerdo de Ginebra de 1966, se estableció una "Comisión Mixta", integrada por 4 representantes: por la parte guyanesa, Donald Jackson y Muhamed Shahabudeen y, por la venezolana, Luis Loreto Hernández, Gonzalo García Bustillos, (Luis Herrera Marcano fungió como el Secretario Ejecutivo). Después que los miembros de la Comisión Mixta celebraran 16 reuniones - durante el plazo estipulado en el Acuerdo de Ginebra de cuatro años - sin lograr ponerse de acuerdo sobre una solución al conflicto, el gobierno de Rafael Caldera se planteó, en febrero de 1970, la necesidad de establecer “un diferimiento razonable” de la aplicación del artículo IV del Acuerdo de Ginebra de 19665​; la paternidad del origen de esa iniciativa de diferimiento se la atribuyeron, públicamente en declaraciones de prensa, el entonces canciller venezolano, Arístides Calvani así como el historiador y religioso jesuita6​ Hermann González Oropeza (1922-1998) quien era asesor de la Dirección de Fronteras de la cancillería de Venezuela. La idea surgió fuera de las deliberaciones de la "Comisión Mixta".

(XI) EL ESEQUIBO Y REVUELTA DE RUPUNUNI

El 2 de enero de 1969 estalló en Rupununi de la Guayana Esequiba, una revuelta armada contra el Gobierno de Forbes Burham, primer ministro guyanés y tras su fracaso, unos 350 comprometidos se refugiaron en Santa Elena de Uairén de los cuales 180 (parte de ellos en la gráfica) trasladados a Ciudad Bolívar con el virtual apoyo del Presidente de la República, Raúl Leoni. Valerie Hart, Harry Hart, Dick Hart Elmo Hart, Teddy Melville, Averell Melville, Harold Melville, y Maurice Mitchell, comandaron aquella revuelta estallada días después de las elecciones del 68 perdidas por AD y ganadas por el líder copeyano Rafael Caldera y que virtualmente pretendía contribuir a que Venezuela recuperara definitivamente toda la zona esequiba en reclamación. La revuelta estuvo planteada en principio por el problema de tenencia de la tierra. Los promotores del levantamiento tenían más de 20 mil cabezas de ganado pastando en tierras de Lethem además de las casas, cultivos, equipos rodantes, todo lo cual se perdió por la aventura que al final no condujo a nada. La intención inicial era la de reubicarse en tierras brasileñas y en ese sentido habían escrito al gobierno del vecino país, pero el Gobierno de Leoni tuvo conocimiento de la situación y le hizo una oferta a través de Orlando García Vásquez que posteriormente discutieron directamente en Caracas con el gobierno. El gobierno venezolano le prometió que si se ponían al lado de Venezuela su situación mejoraría porque no sólo les darían los títulos de las tierras que Burham les negaba sino créditos, facilidades, mercado y autonomía política. Todo iba bien hasta dos días antes de la Revuelta que los líderes fueron convocados a un hato fuera de Santa Elena por Orlando García y el Teniente coronel Yépez Daza, quienes a nombre del Gobierno pretendían que los comprometidos aplazaran el alzamiento, lo cual les resultaba imposible por lo limitado del tiempo. De manera que estalló la revuelta con los resultados ya sabidos. Los amerindios, habitantes de la Guyana Esequiba, eran considerados en Georgetown ciudadanos de tercera categoría, según el punto de vista de Burell Melville, “cattle rancher” llegado a Ciudad Bolívar huyendo de la persecución del Gobierno de guyanés. Los comprometidos en la revuelta, de Rupununi, una vez en Venezuela en calidad de refugiados, fueron alojados en viviendas construidas y que estaban a punto de ser inauguradas por el gobierno de Raúl Leoni. Inquirimos a Burell Melville, sentado en una mesa junto con otros compañeros, en el bloque 43 de Vista Hermosa, sobre el comienzo de la revuelta en la cual participó en Rupununi, y respondió que “es muy difícil de explicar cómo fue el comienzo”. Argumento, sin embargo, que el hecho de sentirse los amerindios gente de tercera clase dentro de la política social económica del gobierno del señor Forbes Burnham, fue motivo suficiente para rebelarse. Según Melville, la posición de los amerindios en el territorio Esequibo, era muy difícil, pues el Gobiernos guyanés desde que comprendió su acercamiento con Venezuela los persiguió para exterminarlos. Estimó que unos ocho mil amerindios viven en la zona y que el Gobierno de Burnham acusó a los rancheros grandes de fomentar la revuelta utilizando a los amerindios. Lo cierto –expresó- es que los amerindios estaban tan descontentos que no tuvieron problema en alistarse para llevar adelante el movimiento. “Pensamos regresar a la tierra Oeste del Esequibo cuando ésta pase a manos venezolanas. Tengo la seguridad, pues la lucha no ha terminado. Nosotros, por circunstancias insalvables estamos aquí, pero en las montañas quedaron grupos de resistencia que se irán gradualmente fortaleciendo hasta lograr la liberación”.(AF)

(X) EL ESEQUIBO Y Nuestros linderos con Brasil

>Antes de seguir discutiendo con el Gobierno de Guyana la reclamación de la zona occidental del Esequibo, se hace imprescindible antes discutir con el Brasil nuestros linderos en forma inequívoca, declaró el 11 de enero de 1982 el ex senador y ex gobernador de Bolívar, Horacio Cabrera Sifontes (en la foto). Esto porque a juicio del ex senador, los 159 mil kilómetros que se reclaman a Guyana incluyen toda la parte sur de las montañas Macarapana que se atraviesan en el curso de Rupununi y lo obligan a formar un ángulo recto y desembocar en el Esequibo. Esas montañas pegan con la Sierra Pacaraima y demás altura que lo dividen del Brasil. En 1834 el austriaco Shoburgk estableció allí (en el Pirara), su primer campamento de trabajo, pero fue hecho preso y expulsado por los brasileños basándose en el viejo tratado de 1750 y 1859, que establecía el divorcio de agua con lindero nuestro. Precisamente, Brasil apunta hacia un acto de soberanía con la carretera Boa Vista-Esequibo-Georgetown por la parte sur del Rupununi. Sabido es que Brasil rechazó el Laudo de 1899 por considerar que se invadía su territorio en la parte sur de Roraima. Otro detalle a considerar es que las instrucciones oficiales de reclamación partían del río Moroco, bajaban al río Cuyuní, por éste llegaban al Esequibo y por la margen izquierda de este río llegaban hasta la desembocadura del Rupununi donde termina esta línea. Esto deja entrever que nuestro lindero con Guyana se refería al río Esequibo, pero del Rupununi en adelante no figura ningún lindero, lo que quiere decir que se toleró siempre la pretensión brasilera basada en el divorcio de las aguas. Para darle más fuerza a sus apreciaciones, Horacio Cabrera Sifontes recordó que cuando hubo el movimiento subversivo en la región de Rupununi, en el cual se dijo estaba supuestamente involucrada Venezuela, fueron los brasileños los que actuaron llegando incluso a detener una avioneta de la Gobernación de Bolívar que luego por vía diplomática solucionaron. La zona en reclamación que aparece rayada en los mapas divulgados por Venezuela en los últimos años no se correspondería entonces con la demarcación exacta y según el ex senador a él le consta que fue una iniciativa inconsulta del doctor Alirio Ugarte Pelayo en los días de su presidencia en la Cámara de Diputados del Congreso de la República configurarla así en el mapa. Consideró que es hasta cierto punto una falta de seriedad de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores el no haber fijado de manera definitiva aunque fuese en forma teórica nuestros linderos con Brasil en lo que va del Roraima al Esequibo. Cabe aclarar que el 23 de agosto de 1973, el presidente de la República Rafael Caldera, firmó las actas de clausura de los trabajos de la comisión mixta venezolana-brasileña de límites que arranca del Tratado de 1859. La nueva demarcación permitió anexar aproximadamente 4 mil kilómetros cuadrados al territorio venezolano por lo que la superficie de Venezuela es ahora de 916.050 kilómetros cuadrados. Pero Brasil se quedó con la tajada más jugosa, vale decir cuatro de los puntos más altos en su territorio y un Salto de agua: el Pico de a Neblina con 3 mil metros de altura, Pico 31 de Marzo con 2,992 metros, Pico Tiliricó con 2.800 metros, el Monte Roraima con 2.772 metros de altura y el salto del río Tilirico

miércoles, 8 de noviembre de 2023

(IX) DIEGO COLÓN Y EL ESEQUIBO

Recordamos que este hijo del Almirante Cristóbal Colón tuvo que ver con el Esequibo que reclama Venezuela, pues fue durante su mandato como Gobernador de Indias que uno de sus capitanes descubrió el Río Esequibo. El nombre se lo puso Alonso de Ojeda en honor a Juan de Esquivel que fue su descubridor. El río fue visto por Cristóbal Colón en el curso de su Tercer viaje, pero en realidad quien lo navegó y exploró fue Juan de Esquivel desde las bocas del Orinoco, cuando exploraba por mandato de Diego Colón. Luego el cartógrafo hispano Alonso de Ojeda, en 1599, lo puntualizó en su cartografía con el nombre del Esequibo en obsequio y justicia a quien lo navegó y exploró por primera vez. A partir de entonces, pasó a ser el límite del territorio español al norte de Sur América, que los holandeses tomarían de referencia al formar sus fronteras con las colonias hispanas. El Esequibo es uno de los ríos más largos y caudalosos de América del Sur que desemboca en el Atlántico. Varios de sus afluentes llegan del noreste de Venezuela. Tiene el segundo estuario más grande del continente, después del Río de la Plata. Es de derecho la frontera natural de Venezuela de acuerdo con el Divortium Aquarium que delimita su margen oriental. El río nace en las montañas de Acarai cerca del Brasil y fluye al norte durante 1000 kilómetros pasando por la selva, saltos y sabanas, para desembocar en el Atlántico Diego Colón, nació en Portugal (Porto Santo) el primero de abril de 1479 y falleció en Puebla de Montalbán en 1526. Hijo de Cristóbal Colón y de Felipa Moniz de Perestrello. El primogénito de Cristóbal Colón llegó a ser después de la muerte de su padre y como heredero, gobernador de las Indias y Tierra Firme (1509-1515 y 1520-1523). El éxito del primer viaje colombino, auspiciado por los Reyes católicos, propició el ingreso del joven Diego en la corte, en la que sirvió entre 1494 y 1497 como paje del príncipe Juan, y de la reina Isabel desde 1498. Diego Colón, en lo que se conoce como los Pleitos Colombinos, reclamó a la Corona sus privilegios como heredero del descubridor. Contrajo matrimonio con María de Toledo, sobrina del duque de Alba, noble que le apoyó hasta lograr que Diego Colón fuese nombrado gobernador de las Indias y Tierra Firme, pero no así virrey. Un año más tarde llegaba Diego Colón a Santo Domingo con la flota de su tío, Bartolomé Colón, momento a partir del cual ejerció sus funciones con el empeño de poblar otras islas e incrementar tanto la producción agrícola como la explotación minera. En 1511, una sentencia del Consejo Real le reconoció el virreinato, a pesar de lo cual no consiguió ningún aumento de poder efectivo. En 1515 volvió a Castilla para velar por sus negocios, y permaneció en España hasta 1520. Diego Colón inició entonces su segunda gobernación, que duró hasta 1523, año en que regresó definitivamente a la metrópoli por orden de Carlos V, después de diversos conflictos con la audiencia y otros funcionarios reales.(AF).

martes, 7 de noviembre de 2023

(VIII) El Esequibo, Anacoco y Acuerdo de Ginebra

A los nueve meses de suscrito el Acuerdo de Ginebra (Suiza, 17 de febrero de 1966), Venezuela ocupó militarmente la isla fluvial de Anacoco, de 28 kilómetros cuadrados, en la confluencia de los ríos Venamo y Cuyuní, límites con la actual zona del Esequibo en reclamación. A partir del litigio surgido por la zona en reclamación, el Gobierno nacional, bajo la presidencia del doctor Raúl Leoni, se dio a la tarea de ocupar la isla y poblarla luego de un reconocimiento por los comisionados funcionarios del Ministerio de Obras Públicas (MOP), José Cabezas y Francisco Guevara Luces. Pero esta decisión provocó una reacción del Gobierno guyanés, presidido por Forbes Burnham, y la quema de la bandera venezolana frente al Consulado por parte de manifestantes. El gabinete de Burnham publicó mapas de la isla fluvial de Anacoco, 360 kilómetros al oeste de Georgetown, con la línea de demarcación entre las dos zonas. Era un trazado fronterizo basado en las conclusiones del estudio realizado por una comisión anglo-venezolana entre noviembre de 1900 y octubre de 1904. La Cámara de diputados del Congreso Nacional, entonces presidida por Dionisio López Orihuela (del partido URD), protestó enérgicamente “por la ofensa inferida a nuestro país por súbditos de Guyana, estimulados por el gobierno de Georgetown”. Asimismo, mediante acuerdo, ratificó de manera expresa los títulos de soberanos de Venezuela sobre la Isla de Anacoco y rechazó categóricamente cualquier intento del Gobierno guayanés por desconocer estos títulos. El Parlamento venezolano respaldó la firme actitud del Ejecutivo nacional en resguardo de los derechos de soberanía de Venezuela sobre la Isla de Anacoco y le solicitó el incremento de una eficaz política de frontera que permitiera mantener un adecuado sistema de vigilancia en los linderos con Guayana y demás territorios limítrofes. El Acuerdo de Ginebra es un tratado vigente firmado por Venezuela, por una parte, y el Reino Unido junto con su colonia de Guayana Británica, por la otra, cuando esta estaba próxima a recibir la independencia. Por eso se detallan los pasos a seguir para la resolución de la controversia limítrofe-territorial sobre la Guayana Esequiba surgida de la contención venezolana ante la ONU (1962) de considerar nulo e írrito (inexistente) el Laudo Arbitral de París (1899) que emitió el Tribunal Arbitral de París y que definió la frontera común entre Venezuela y Guayana Británica. La decisión del tribunal quedó en tela de juicio luego de hacerse público el Memorando de Severo Mallet Prevost que comprometieron la validez del laudo.El Acuerdo de Ginebra es un acuerdo transitorio para llegar a una solución definitiva, pero se mantiene el área en reclamación bajo la autoridad del gobierno de Guyana hasta que no se resuelva algo diferente conforme al tratado. El Acuerdo de Ginebra establece la creación de una Comisión Mixta, que en un plazo de cuatro años debía decidir la solución al problema limítrofe. El plazo venció en 1970 y se firmó el llamado Protocolo de Puerto España por el cual se congelaba, por un término de 12 años, parte del Acuerdo de Ginebra. En 1982 Venezuela decidió no ratificar el Protocolo de Puerto España y se retomó lo establecido en el acuerdo. En 1983 Venezuela propuso la negociación directa con Guyana pero esta no aceptó y propuso tres opciones: Asamblea General de la ONU, Consejo de Seguridad o Corte Internacional de Justicia, pero Venezuela no estuvo de acuerdo y contrapropuso la figura del Buen Oficiante. En 1987 Guyana y Venezuela deciden aceptar el método de los buenos oficios, que comienza a funcionar desde 1989 en la persona de un Buen Oficiante elegido y aceptado por las partes. Esta figura tiene como función acercar a ambos gobiernos con el fin de que estos lleguen a una solución satisfactoria como lo dicta el tratado. En junio de 2015, el Gobierno de Venezuela llamó a su embajador en Guyana a consultas luego que el país vecino firmase un contrato de exploración y explotación petrolera con la estadounidense Exxon Mobil en una zona marítima que hace parte del reclamo territorial. Sin embargo, meses después, el domingo 27 de septiembre, Venezuela y Guyana acordaron el retorno de dichos embajadores y la mediación de la ONU para resolver la disputa territorial. Los jefes de Estado, Nicolás Maduro y David Granger, se reunieron en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Maduro informó después de la reunión que el mecanismo del Buen Oficiante, que busca resolver el diferendo de manera negociada con la mediación de la ONU, fue aprobado por ambos países, lo que ayudará a normalizar las relaciones. (AF)

lunes, 6 de noviembre de 2023

(VII)El Esequibo y el Presidente de la República Ignacio Andrade

El Presidente de la Re¬pública, General Ignacio Andrade, pese a la con¬flictiva situación de su go¬bierno, ha tenido tiempo para pensar en lo que ha ocurrido en París. Con algún desgano ha seguido las incidencias del pro¬ceso y las deliberaciones del Tribunal Arbitral. Con todo, las inquietudes del Presidente son más in¬mediatas. Fue exaltado a la Primera Magistratura por 470.000 votos y eso le ha servido de muy poco. Su gobierno se disuelve y él lo sabe. Sus emisarios ante el general insurgente que está en Valencia son ya más emisarios de Ci¬priano Castro que suyos. El Presidente está solo. Camina en la noche por los muy elegantes corre-dores de la Casa Amarilla y sostiene un diálogo fan¬tasmal consigo mismo. Quiere terminar pronto esta agonía del poder. Andrade toma notas, re¬gistra traiciones. Refle¬xiona: “Tengo el ardiente deseo de poner cuanto antes punto a esta tirante situación porque estoy profundamente avergonzado del espectáculo de anarquía, desorden y barbarie que Venezuela ofrece al mundo civilizado, precisamente ahora cuando se termina (y como para influir en daño de la Patria. El proceso de nuestra magna cuestión internacional con Inglaterra ante el Tribunal tal vez el más célebre y de importancia trascendental que se haya constituido en el presente siglo”. El Presiedente no parece alarmado por la decisión de París. “La traición me acecha donde quiera… El Presidente cree que lo mejor es dejar a Venezuela y decirle adiós a todo esto.

domingo, 5 de noviembre de 2023

(VI) El Esequbo y el papel de un ruso complaciente

Para ir al arbitraje se suscribe el 2 de febrero de 1897 un Tratado de Arbitramento mediante el cual se sometía el conflicto a esta forma de solución eje controversias. Estados Unidos y la Gran Bretaña habían negociado sus bases sin gran participación de Venezuela. La constitución de! Tribunal Ar¬bitral fue ya un mal síntoma de lo que podía suceder. Inglaterra y Estados Unidos convienen en un tribunal integrado por dos jueces norteamericanos* dos in-gleses y un quinto juez escogido de mutuo acuerdo. Gran Bre¬taña se negó a aceptar a un re¬presentante de Venezuela y nuestro país estuvo ausente en el curso de las deliberaciones. El Tribunal se constituyó en París en enero de 1899 y quedó integrado así: por Gran Breta¬ña, Lord Russell y Lord Co- llins; por Estados Unidos, M. Fuller, Presidente de la Corte Suprema y D. Brewer, Magis¬trado de la misma Corte. Y el quinto, escogido entre ellos fue el jurisconsulto ruso Fiodor Fio- dorovich de Martens. La figura de Federico de Martens es bien conocida en Europa. Veinte años ''antes había publicado un libro titu¬lado “Rusia e Inglaterra en el Asia Central” en donde procla¬maba su menosprecio por los pueblos atrasados y su teoría de una alianza anglo-rusa para regir al Asia. Inglaterra ;no podía, por consiguiente, conseguir un mejor árbitro que aquel hombre con el fiel de la balanza en la mano. Bien establecidas las bases, el Imperio aceptaba ir al Arbitraje.

sábado, 4 de noviembre de 2023

(V) EL ESEQUIBO Y LA DOCTRINA MONROE

En Venezuela suben y caen gobiernos. Domina y declina José Antonio Páez. Brilla y se opaca Antonio Guzmán Blanco. El país arde en las llamas de la Revolución Federal o en los mediocres incendios de las guerras civiles. Surgen y desaparecen generales y caudillos, pero no se olvida la controversia con el Imperio. Se rompen y se restablecen relaciones con la Gran Bretaña. Guzmán Blanco trata ante la Corte, mientras en Caracas derrumban sus estatuas. Un diputado de nombre Cipriano Castro interpela al Ministro de Relaciones Exteriores sobre la misión del Plenipotenciario Guzmán Blanco. Es marzo de 1890. En todos esos años, no obstante las peripecias de la política, no obstante episodios como ese de Guzmán que pide el retiro de un Ministro británico por descortés, porque simplemente no le envió flores a su esposa enferma, no obstante las incidencias de la política en las negociaciones, Venezuela explora todos los caminos, entre ellos el del arbitraje. El conflicto con el Imperio domina toda la política exterior de Venezuela hasta este 3 de octubre de 1899. ¿Qué hacía o qué hizo entretanto el otro país poderoso que ya se asomaba en la escena del Atlántico? La cuestión de los límites entre Venezuela y la Gran Bretaña se inscribía en los postulados de la Doctrina Monroe y muchos venezolanos lo entendieron así. En diversas etapas Venezuela sugirió a los Estados Unidos que asumiera el papel de árbitro de aquella controversia. Las relaciones entre la Metrópoli y la antigua colonia se ensombrecieron por esa razón en algún momento. En un mensaje al Congreso, el Presidente Cleveland dijo el 17 de diciembre de 1895 que habían resultado infructuosos los llamamientos a la magnanimidad y a la justicia hechos a “una de las más grandes potencias mundiales”. “Después de haber trabajado lentamente por muchos años, dijo_ el Presidente de los EE.UU., tratando de convencer a la Gran Bretaña de que accediese a someter tal disputa a arbitraje imparcial, convencidos finalmente de que rehúsa hacerlo así, no nos resta sino aceptar tal situación y encararla tal como se presenta". “...constituirá el deber de los Estados Unidos resistir por todos los medios a su alcance ... la apropiación por parte de Gran Bretaña de cualesquiera territorios o el ejercicio de jurisdicción gubernamental sobre territorio alguno que... pertenezca de derecho a Venezuela”. (Ya se había descubierto el asfalto en Venezuela y ahora la Doctrina Monroe tenía, evidentemente, otros atractivos). Por estos días acusan al Presidente Grover Cleveland de utilizar la política exterior para hacer olvidar la crisis norteamericana. El mismo ve con desdén la propia Doctrina Monroe, pero de pronto-apela a ella. Las relaciones entre Venezuela y los Estados Unidos pasaron también por etapas de crisis, y no eran exactamente buenas en el momento en que EE.UU. se decidía a tomar parte en la controversia. A partir de 1888-89 Estados Unidos se convierte en un gran mercado de Venezuela: las exportaciones venezolanas de ese año 88 hacia el Norte sobrepasaron el valor de todas sus exportaciones al resto del mundo. La opinión norteamericana, y el propio Congreso, estaban más o menos al tanto de la controversia. En la década del 90, el Presidente Joaquín Crespo había contratado los servicios, como lobbysta, de un antiguo Ministro norteamericano en Caracas, William Lindsay Scruggs, destituido por el Departamento de Estado, años antes, por manejos dolosos en Caracas. Era un republicano hábil, ducho en la polémica y con buenos contactos en Washington, escribió el panfleto “Agresiones británicas en Venezuela. La Doctrina Monroe puesta a prueba”. De modo que cuando Grover Cleveland y el Secretario de Estado Richard OÍney presionan a la Gran Bretaña, ya había mediado todo un proceso de dudas y de indecisiones. El mensaje que presentó Cleveland al Congreso resultaba una toma de posición estudiada con tanto cuidado que resultó ser el quinto borrador redactado por OIney.

viernes, 3 de noviembre de 2023

(IV) EL ESEQUIBO Y LAS ANGUSTIAS DE ALEJO FORTIQUUE

En Londres está de Ministro Plenipotenciario Alejo Fortique. Ex ministro de la Corte Suprema de Justicia, es uno de los venezolanos mejor preparados y más aptos. Trabaja solo y sin secretario, como representante de un país arruinado por la guerra. Plantea al Ministro de Relaciones Exteriores, lord Aberdeen, la gravedad de la situación y la inquietud reinante en Venezuela. Lord Aberdeen desdeña el significado de la bandera británica sobre tierra venezolana y le expresa con suma frialdad que la operación de Schomburgk no es más que una operación preliminar, abierta a futuras negociaciones. Fortique reitera la necesidad y la urgencia de que el propio gobierno de Su Majestad destruya los postes y la garita y retire el pabellón inglés. La operación que Aberdeen consideraba insignificante se convirtió en un incidente que demoró demasiado tiempo y que ensombreció aún más las relaciones entre ambos países. Finalmente, lord Aberdeen le responde al Ministro Fortique que la remoción de las instalaciones de Schomburgk vendría “a embarazar mucho e innecesariamente al Gobierno de Su Majestad, pues tales señales son el único medio tangible de prepararse a discutir la cuestión de límites con el Gobierno de Venezuela”. —No es de Inglaterra, le dice con cinismo y flema lord Aberdeen al angustiado Ministro venezolano, de quien Venezuela debía temer. Era al Imperio a quien le correspondía velar por la libertad del río. Aberdeen piensa que la libertad es eminentemente británica, un privilegio tal vez de Su Majestad; la Reina Victoria. Las conversaciones de Fortique con el Secretario Aberdeen son intensas e insistentes. En algún momento se habla de la posibilidad del arbitraje. El Ministro venezolano ensaya otras hipótesis para la negociación. Fortique, inteligentemente, sagazmente, desconfiaba del arbitraje. Surge una línea de posible entendimiento. Al alegar su aceptación, Fortique le advierte al Presidente Soublette el riesgo “de que perdamos soga y cabra”. Poco después muere en Madrid Alejo Fortique y las negociaciones se estancan. Antes le había expresado al Presidente: —Hay un momento, en las negociaciones que si se espera no vuelve a presentarse.

jueves, 2 de noviembre de 2023

(III) El Esequibo y la piratería de un explorador prusiano

Fue el primer episodio de un largo y complejo proceso en la historia de las relaciones exteriores de Venezuela. Durante todos estos años actuó buena parte de juristas, historiadores, geógrafos y políticos. De incidente en incidente y de gestión en gestión inútil, los venezolanos vieron y sintieron cómo los ingleses incursionaban sobre su territorio. Primero fueron los colonos, y luego apareció, en 1834, la figura del explorador prusiano Robert Hermann Schomburgk, caballero de la Real Orden prusiana del Águila Roja. Han transcurrido apenas doce años desde la primera protesta de Bolívar. Schomburgk traza su primera línea sobre e|. mapa: avanza 4.920 kilómetros cuadrados sobre territorio venezolano. Schomburgk continúa sus ejercicios de cartógrafo sobre las tierras vírgenes, traza una y otra línea, como un conquistador del dibujo. La línea Schomburgk de 1840 ha avanzado tanto que ya está en la desembocadura del Orinoco, comenzaba en Punta Barima, a las puertas del río, y descendiendo por los ríos Amacuro y Cuyuní se prolongaba hasta el Roraima. Schomburgk, ciertamente, era algo más que un cartógrafo, era una especie de Sir Walter Raleigh de la geografía. En 1841, los venezolanos descubren que en Punta Playaso, cerca de las Bocas del Caño Amacuro y Punta Barima, Schomburgk ha construido una garita y sobre ella flamea la bandera británica, con todas las insignias rea-les. El escándalo irrita y conmueve a los venezolanos: su país había sido ocupado por una potencia extranjera, por la más poderosa potencia del siglo.

miércoles, 1 de noviembre de 2023

(II) BOLÍVAR Y EL ESEQUIBO

Ocho años después de la operación mercantil entre Holanda e Inglaterra que le permitía a los ingleses poner pie en el mapa de la América su avance hacia territorio venezolano se hizo cada vez más inquietante. La prontitud y diligencia que pusieron en el avance demostraba que no era la región lo que despertaba sus ambiciones territoriales sino lo que estaba a su lado: la tierra venezolana y su río. Mientras Simón Bolívar combatía contra los restos del dominio español, descubrió el asedió de otro imperio europeo: el avance de los ingleses en el Orinoco. En 1822, le pide al Ministro de Relaciones Exteriores, Pedro Gual, que instruya al representante diplomático de la Gran Colombia en Londres, José Rafael Revenga, para que proteste formalmente ante el gobierno de Su Majestad Británica por avances sistemáticos y progresivos de los colonos ingleses en las tierras situadas a la izquierda del Río Esequibo “Los colonos de Demerara y Berenice --dice el representante diplomático—, tienen cogida una gran porción de tierra que, según los últimos tratados entre España y Holanda « pertenecen, del lado del Esequibo”.

martes, 31 de octubre de 2023

VENEZUELA DESPOJADA DE LA REGION ESEQUIBA

Paris, 3 de octubre de 1899 Corresponsal exclusivo) Venezuela fue despojada, hoy 3 de oc- tubre de 1899, de toda su Región Esequiba mediante una decisión arbitral que desconoció los fundamentos jurídicos previstos en el tratado de Arbitraje suscrito en Washington entre Venezuela y la Gran Bretaña. Un juez ruso y dos ingleses forzaron bajo la amenaza de quitarle a Venezuela las Bocas de! Orinoco. La Región Esequiba es una zona de 60.000 millas cuadradas que los ingleses fueron ocupando en forma sistemática y que en 1814 le compraron a Holanda parte de su colonia por la suma de tres millones libras esterlinas. A partir de la adquisición geográfica, ingleses fueron avanzando en territorio venezolano con propósito evidente de apoderarse de las Bocas del Río y de toda la Guayana. Venezuela libraba entre tanto la guerra de independencia y obviamente un momento más o menos propicio para el avance inglés. La suerte de estos países de la América Latina dependía en buena parte de los Tratados, Acuerdos y desacuerdos de las potencias europeas, de sus guerras y alianzas. Al final de la guerra napoleónica, Holanda vende a Inglaterra parte de sus tierras en la colonia guayanesa.

DESPOJADA VENEZUELA DE LA REGIÓN ESEQUIBA

Despojada Venezuela de la Región Esequíba *Dos ingleses, dos norteamericanos y un ruso ejercieron como Tribunal de Arbitraje. *El ruso Federico de Martens actuó como agente de la reina Victoria. *Los jueces norteamericanos aceptaron la transacción para “salvar el Orinoco”. Paris, 3 de octubre de 1899 Corresponsal exclusivo) Venezuela fue despojada, hoy 3 de oc- tubre de 1899, de toda su Región Esequiba mediante una decisión arbitral que desconoció los fundamentos jurídicos previstos en el tratado de Arbitraje suscrito en Washington entre Venezuela y la Gran Bretaña. Un juez ruso y dos ingleses forzaron bajo la amenaza de quitarle a Venezuela las Bocas de! Orinoco. La Región Esequiba es una zona de 60.000 millas cuadradas que los ingleses fueron ocupando en forma sistemática y que en 1814 le compraron a Holanda parte de su colonia por la suma de tres millones libras esterlinas. A partir de la adquisición geográfica, ingleses fueron avanzando en territorio venezolano con propósito evidente de apoderarse de las Bocas del Río y de toda la Guayana. Venezuela libraba entre tanto la guerra de independencia y obviamente un momento más o menos propicio para el avance inglés. La suerte de estos países de la América Latina dependía en buena parte de los Tratados, Acuerdos y desacuerdos de las potencias europeas, de sus guerras y alianzas. Al final de la guerra napoleónica, Holanda vende a Inglaterra parte de sus tierras en la colonia guayanesa. BOLÍVAR VIÓ EL PELIGRO Ocho años después de esta operación mercantil que le permitía a los ingleses poner pie en el mapa de la América su avance hacia territorio venezolano se hizo cada vez más inquietante. La prontitud y diligencia que pusieron en el avance demostraba que no era la región lo que despertaba sus ambiciones territoriales sino lo que estaba a su lado: la tierra venezolana y su río. Mientras Simón Bolívar combatía contra los restos del dominio español, descubrió el asedió de otro imperio europeo: el avance de los ingleses en el Orinoco. En 1822, le pide al Ministro de Relaciones Exteriores, Pedro Gual, que instruya al representante diplomático de la Gran Colombia en Londres, José Rafael Revenga, para que proteste formalmente ante el gobierno de Su Majestad Británica por avances sistemáticos y progresivos de los colonos ingleses en las tierras situadas a la izquierda del Río Esequibo “Los colonos de Demerara y Berenice --dice el representante diplomático—, tienen cogida una gran porción de tierra que, según los últimos tratados entre España y Holanda « pertenecen, del lado del Esequibo”. La piratería de un explorador prusiano fue el primer episodio de un largo y complejo proceso en la historia de las relaciones exteriores de Venezuela. Durante todos estos años actuó buena parte de juristas, historiadores, geógrafos y políticos. De incidente en incidente y de gestión en gestión inútil, los venezolanos vieron y sintieron cómo los ingleses incursionaban sobre su territorio. Primero fueron los colonos, y luego apareció, en 1834, la figura del explorador prusiano Robert Hermann Schomburgk, caballero de la Real Orden prusiana del Águila Roja. Han transcurrido apenas doce años desde la primera protesta de Bolívar. Schomburgk traza su primera línea sobre e|. mapa: avanza 4.920 kilómetros cuadrados sobre territorio venezolano. Schomburgk continúa sus ejercicios de cartógrafo sobre las tierras vírgenes, traza una y otra línea, como un conquistador del dibujo. La línea Schomburgk de 1840 ha avanzado tanto que ya está en la desembocadura del Orinoco, comenzaba en Punta Barima, a las puertas del río, y descendiendo por los ríos Amacuro y Cuyuní se prolongaba hasta el Roraima. Schomburgk, ciertamente, era algo más que un cartógrafo, era una especie de Sir Walter Raleigh de la geografía. En 1841, los venezolanos descubren que en Punta Playaso, cerca de las Bocas del Caño Amacuro y Punta Barima, Schomburgk ha construido una garita y sobre ella flamea la bandera británica, con todas las insignias rea-les. El escándalo irrita y conmueve a los venezolanos: su país había sido ocupado por una potencia extranjera, por la más poderosa potencia del siglo. Las angustias de Alejo Fortique En Londres está de Ministro Plenipotenciario Alejo Fortique. Ex ministro de la Corte Suprema de Justicia, es uno de los venezolanos mejor preparados y más aptos. Trabaja solo y sin secretario, como representante de un país arruinado por la guerra. Plantea al Ministro de Relaciones Exteriores, lord Aberdeen, la gravedad de la situación y la inquietud reinante en Venezuela. Lord Aberdeen desdeña el significado de la bandera británica sobre tierra venezolana y le expresa con suma frialdad que la operación de Schomburgk no es más que una operación preliminar, abierta a futuras negociaciones. Fortique reitera la necesidad y la urgencia de que el propio gobierno de Su Majestad destruya los postes y la garita y retire el pabellón inglés. La operación que Aberdeen consideraba insignificante se convirtió en un incidente que demoró demasiado tiempo y que ensombreció aún más las relaciones entre ambos países. Finalmente, lord Aberdeen le responde al Ministro Fortique que la remoción de las instalaciones de Schomburgk vendría “a embarazar mucho e innecesariamente al Gobierno de Su Majestad, pues tales señales son el único medio tangible de prepararse a discutir la cuestión de límites con el Gobierno de Venezuela”. —No es de Inglaterra, le dice con cinismo y flema lord Aberdeen al angustiado Ministro venezolano, de quien Venezuela debía temer. Era al Imperio a quien le correspondía velar por la libertad del río. Aberdeen piensa que la libertad es eminentemente británica, un privilegio tal vez de Su Majestad; la Reina Victoria. Las conversaciones de Fortique con el Secretario Aberdeen son intensas e insistentes. En algún momento se habla de la posibilidad del arbitraje. El Ministro venezolano ensaya otras hipótesis para la negociación. Fortique, inteligentemente, sagazmente, desconfiaba del arbitraje. Surge una línea de posible entendimiento. Al alegar su aceptación, Fortique le advierte al Presidente Soublette el riesgo “de que perdamos soga y cabra”. Poco después muere en Madrid Alejo Fortique y las negociaciones se estancan. Antes le había expresado al Presidente: —Hay un momento, en las negociaciones que si se espera no vuelve a presentarse. Aparece el Buen Vecino con la Doctrina Monroe En Venezuela suben y caen gobiernos. Domina y declina José Antonio Páez. Brilla y se opaca Antonio Guzmán Blanco. El país arde en las llamas de la Revolución Federal o en los mediocres incendios de las guerras civiles. Surgen y desaparecen generales y caudillos, pero no se olvida la controversia con el Imperio. Se rompen y se restablecen relaciones con la Gran Bretaña. Guzmán Blanco trata ante la Corte, mientras en Caracas derrumban sus estatuas. Un diputado de nombre Cipriano Castro interpela al Ministro de Relaciones Exteriores sobre la misión del Plenipotenciario Guzmán Blanco. Es marzo de 1890. En todos esos años, no obstante las peripecias de la política, no obstante episodios como ese de Guzmán que pide el retiro de un Ministro británico por descortés, porque simplemente no le envió flores a su esposa enferma, no obstante las incidencias de la política en las negociaciones, Venezuela explora todos los caminos, entre ellos el del arbitraje. El conflicto con el Imperio domina toda la política exterior de Venezuela hasta este 3 de octubre de 1899. ¿Qué hacía o qué hizo entretanto el otro país poderoso que ya se asomaba en la escena del Atlántico? La cuestión de los límites entre Venezuela y la Gran Bretaña se inscribía en los postulados de la Doctrina Monroe y muchos venezolanos lo entendieron así. En diversas etapas Venezuela sugirió a los Estados Unidos que asumiera el papel de árbitro de aquella controversia. Las relaciones entre la Metrópoli y la antigua colonia se ensombrecieron por esa razón en algún momento. En un mensaje al Congreso, el Presidente Cleveland dijo el 17 de diciembre de 1895 que habían resultado infructuosos los llamamientos a la magnanimidad y a la justicia hechos a “una de las más grandes potencias mundiales”. “Después de haber trabajado lentamente por muchos años, dijo_ el Presidente de los EE.UU., tratando de convencer a la Gran Bretaña de que accediese a someter tal disputa a arbitraje imparcial, convencidos finalmente de que rehúsa hacerlo así, no nos resta sino aceptar tal situación y encararla tal como se presenta". “...constituirá el deber de los Estados Unidos resistir por todos los medios a su alcance ... la apropiación por parte de Gran Bretaña de cualesquiera territorios o el ejercicio de jurisdicción gubernamental sobre territorio alguno que... pertenezca de derecho a Venezuela”. (Ya se había descubierto el asfalto en Venezuela y ahora la Doctrina Monroe tenía, evidentemente, otros atractivos). Por estos días acusan al Presidente Grover Cleveland de utilizar la política exterior para hacer olvidar la crisis norteamericana. El mismo ve con desdén la propia Doctrina Monroe, pero de pronto-apela a ella. Las relaciones entre Venezuela y los Estados Unidos pasaron también por etapas de crisis, y no eran exactamente buenas en el momento en que EE.UU. se decidía a tomar parte en la controversia. A partir de 1888-89 Estados Unidos se convierte en un gran mercado de Venezuela: las exportaciones venezolanas de ese año 88 hacia el Norte sobrepasaron el valor de todas sus exportaciones al resto del mundo. La opinión norteamericana, y el propio Congreso, estaban más o menos al tanto de la controversia. En la década del 90, el Presidente Joaquín Crespo había contratado los servicios, como lobbysta, de un antiguo Ministro norteamericano en Caracas, William Lindsay Scruggs, destituido por el Departamento de Estado, años antes, por manejos dolosos en Caracas. Era un republicano hábil, ducho en la polémica y con buenos contactos en Washington, escribió el panfleto “Agresiones británicas en Venezuela. La Doctrina Monroe puesta a prueba”. De modo que cuando Grover Cleveland y el Secretario de Estado Richard OÍney presionan a la Gran Bretaña, ya había mediado todo un proceso de dudas y de indecisiones. El mensaje que presentó Cleveland al Congreso resultaba una toma de posición estudiada con tanto cuidado que resultó ser el quinto borrador redactado por OIney. El papel de un ruso complaciente Para ir al arbitraje se suscribe el 2 de febrero de 1897 un Tratado de Arbitramento mediante el cual se sometía el conflicto a esta forma de solución eje controversias. Estados Unidos y la Gran Bretaña habían negociado sus bases sin gran participación de Venezuela. La constitución de! Tribunal Ar¬bitral fue ya un mal síntoma de lo que podía suceder. Inglaterra y Estados Unidos convienen en un tribunal integrado por dos jueces norteamericanos* dos in¬gleses y un quinto juez escogido de mutuo acuerdo. Gran Bre¬taña se negó a aceptar a un re¬presentante de Venezuela y nuestro país estuvo ausente en el curso de las deliberaciones. El Tribunal se constituyó en París en enero de 1899 y quedó integrado así: por Gran Breta¬ña, Lord Russell y Lord Co- llins; por Estados Unidos, M. Fuller, Presidente de la Corte Suprema y D. Brewer, Magis¬trado de la misma Corte. Y el quinto, escogido entre ellos fue el jurisconsulto ruso Fiodor Fio- dorovich de Martens. La figura de Federico de Martens es bien conocida en Europa. Veinte años ''antes había publicado un libro titu-lado “Rusia e Inglaterra en el Asia Central” en donde procla¬maba su menosprecio por los pueblos atrasados y su teoría de una alianza anglo-rusa para regir al Asia. Inglaterra ;no podía, por consiguiente, conseguir un mejor árbitro que aquel hombre con el fiel de la balanza en la mano. Bien establecidas las bases, el Imperio aceptaba ir al arbitraje. Consumatum Est Es otoño en Paris. Los jueces deliberan y los abogados alegan. Entre los abogados de Venezuela están el ex Presidente Benjamín Harrison de los Estados Unidos y Severo Mallet Prevost, hispanista y experto en derecho latinoamericano. El abogado británico Richard Webster habla durante trece días invocando los subterfugios del Imperio. Mallet-Prevost responde por Venezuela, y habla también durante trece días. El Presidente del Tribunal interrumpe con sarcasmos; los ingleses parecen divertirse. Con indudable entusiasmo, el abogado Webster, mientras alega, informa que en Venezuela anda triunfante la última revolución. Nunca fue más propicio un tiempo para ese Laudo. Al final, se pone la justicia de lado y entran a jugar los compromisos del comprometido ruso de Martens. Los británicos insisten en la línea Schomburgk, en la última línea Schomburgk. Los árbitros norteamericanos protestan. Fiador Fiodorovich de Martens propone una línea de transacción le deja a Venezuela las Bocas del Orinoco siempre y cuando los norteamericanos acepten el fallo por unanimidad. Transacción contra Derecho. Los jueces norteamericanos consultan con los abogados de Venezuela. Conversan Mallet-Prevost y el general Harrison. El General estalla, luego reflexiona, y le dice a Mallet-Prevot: —Sólo nos queda una alternativa: salvarle a Venezuela la Boca del Orinoco o perderlo todo. La línea Schomburgk, la última línea Schomburgk, le había dicho lord Aberdeen al Ministro Alejo Fortique “no era más que una posición previa, abierta a futuras negociaciones”. Y le añadió: —No es de Inglaterra de quien Venezuela debe temer. Han transcurrido 77 años desde que Simón Bolívar instruyó al Ministro en Londres entrar en negociaciones con el Imperio. 58 años desde que Fortique protestó por la ocupación de las Bocas del Orinoco. La flema inglesa ha dado resultado. Europa se reparte el mundo. Aquí en París, hoy 3 de octubre de 1899, se respira un aire alegre. Está cerca el invierno y dentro de unos días .comenzarán los años eufóricos de la Belle Epoque. +++ El Presidente de la República se prepara para decirle adiós a todo esto El Presidente de la Re¬pública, General Ignacio Andrade, pese a la con¬flictiva situación de su go¬bierno, ha tenido tiempo para pensar en lo que ha ocurrido en París. Con algún desgano ha seguido las incidencias del pro¬ceso y las deliberaciones del Tribunal Arbitral. Con todo, las inquietudes del Presidente son más in¬mediatas. Fue exaltado a la Primera Magistratura por 470.000 votos y eso le ha servido de muy poco. Su gobierno se disuelve y él lo sabe. Sus emisarios ante el general insurgente que está en Valencia son ya más emisarios de Ci-priano Castro que suyos. El Presidente está solo. Camina en la noche por los muy elegantes corre-dores de la Casa Amarilla y sostiene un diálogo fan¬tasmal consigo mismo. Quiere terminar pronto esta agonía del poder. Andrade toma notas, re-gistra traiciones. Refle¬xiona: “Tengo el ardiente deseo de poner cuanto antes punto a esta tirante situación porque estoy profundamente avergonzado del espectáculo de anarquía, desorden y barbarie que Venezuela ofrece al mundo civilizado, precisamente ahora cuando se termina (y como para influir en daño de la Patria. El proceso de nuestra magna cuestión internacional con Inglaterra ante el Tribunal tal vez el más célebre y de importancia trascendental que se haya constituido en el presente siglo”. El Presiedente no parece alarmado por la decisión de París. “La traición me acecha donde quiera… El Presidente cree que lo mejor es dejar a Venezuela y decirle adiós a todo esto!

domingo, 16 de abril de 2023

REUNIÓN DE JUECES


ABRIL 2023

Reunión de Jueces de Primera Instancia en Funciones de Ejecución del Circuito Judicial Penal del edo Bolívar, Abg Luis Sánchez, Abg Orianluis Salazar, respectivamente con la Jueza Presidenta del Circuito Judicial,

ESTOS MAGISTRADOS DEBERÍN INVETIGAR EL CASO ALFONSO MARESCHI, QUIE HEREDÓ UNA CAS QUINATA DE SU PADRE FALLECIDO EN ITALIA.  LA VIVIENDA HA SIDO SENTENCIADA POR EL JUEZ  DE LA CAUSA A FAVOR DE SU OCUPANTE, QUIEN NUNCA EN SEIS AÑOS PAGÓ ALQUILER SINO QUE NO SE ADUEÑÓ DE LA DICHA CASA, LA VENDIÓ Y SE FUE PARA  EEUU CON SU FAMILIA A DISFRUTAR DE BIENES  MAL HABIDOS.   LA PREGUNTA QUE NOS HACEMOS LOS PERIODISTAS, ES SI ESTO TAL VEZ TIENE QUE VER CON LA TRAMA DE CORRUPCIÓN GIGANTESCA QUE HOY SE DENUNCIA.  LA RECTORÍA JUDICIAL DEBERÍA INFORMAR A LA OPINIÓN BOLIVARENSE SOBRE ESTE CASO QUE PODÍA SER LA PUNTA ICEBERG DE UN TÉMPANO MAYOR.